Daniel Demetrio Moyano está acusado de haber de haber montado en su departamento un taller para confeccionar licencias de conducir apócrifas para venderlas. Susana Roldán está acusada de ser su cómplice y quien conseguía los clientes.
El Juzgado Correccional N° 5 es el escenario del debate contra un hombre que es considerado uno de los mayores falsificadores de la ciudad y la zona, una suerte de “artista” del delito de confeccionar licencias de conducir apócrifas para quienes de otra manera no podrían acceder al carnet, como personas de avanzada edad, con problemas de visión, analfabetos o con otro tipo de inhabilitación.
Daniel Demetrio Moyano está imputado de falsedad de instrumento público y tenencia de instrumentos destinados a la falsificación, además también llegó a juicio Susana Roldán, quien era su cómplice y encargada de captar clientes y se presentaba como gestora de licencias
Demetrio Moyano ha estado vinculado a causas de falsificación en los últimos años, pero fue recién gracias a dos allanamientos, en 2019 y 2020, realizados en su casa de Paunero al 4200, que el fiscal Javier Pizzo halló pruebas contundentes que pudieron cerrar la causa y elevarla a juicio por “falsificación de instrumento público“. No solo por su uso, sino por la confección de carnets de conducir falsos y, posiblemente, su venta.
El 30 de septiembre de 2019 la policía había allanado la casa de Moyano y descubrieron una suerte de taller clandestino para falsificar licencias de conducir. En el lugar la policía había incautado documentos de identidad de personas que no tenían vínculos con el imputado, tarjetas de crédito y débito con diferentes nombres, cédulas de identificación de automotores de terceras personas, cheques del Banco Provincia, licencias de conducir originales de otras personas, licencias apócrifas, cerca de cincuenta fotos carnet de otras personas y fotocopias de DNI.
También se secuestraron tres computadoras, celulares, impresores y un block de hojas de papel fotográfico. “El hallazgo de estos elementos -papel fotográfico, impresora, computadoras-, conjuntamente con los numerosos documentos apócrifos a nombre de terceras personas, particularmente licencias de conducir, y gran cantidad de fotografías de tipo carnet, permiten sostener que estos instrumentos eran utilizados por Moyano Demetrio y Carnevale para realizar las falsificaciones de los documentos apócrifos secuestrados”, consideraron los investigadores.
Luego de estar detenido unos días, la Justicia de Garantías excarceló a Moyano Demetrio, por considerar que no representaba riesgo procesal alguno, lo cual fue cierto en algún punto: el imputado por falsificación siempre se presentó a cada una de las audiencias por las cuales fue convocado, sin embargo nada le impidió volver a conseguir impresoras y computadoras para dedicarse al tipo de delito que convirtió en su arte personal: falsificar.
En el allanamiento realizado el 30 de junio de 2020 por la policía en la casa del “artista” de la falsificación, se secuestró una lupa con iluminación y dispositivo de sujeción retráctil, cubiertas plásticas con holograma, papel plastificado, veintiséis hojas de papel envejecido, resma de papel fotográfico, una fotocopiadora marca HP, impresora marca Brother color gris, máquina de escribir marca Olivetti modelo ET Persona 55, una computadora marca BGH Positivo linea C-500, dos figuritas con hologramas, una lupa cuadrada, un cortador de bordes colores blanco y celeste, dos cutter, sellos automáticos, una guillotina, dos rollos de papel adhesivo troquelado marca Fasson.
Para los investigadores, estos materiales e instrumentos son utilizados para cometer falsificaciones de instrumentos públicos y privados, tales como licencias de conducir, timbrados, actuaciones notariales, cédulas de automotores, pólizas de seguro, permisos de circulación COVID 19 y comprobantes de pagos, entre otros.
El delito que se le imputa a Moyano Demetrio tiene una pena en expectativa de hasta 6 años de cárcel.
De autos a cuatriciclos, a pesar de estar inhabilitados para conducir
Los carnets de conducir que confeccionaba Moyano eran los del tipo A3 B2, esto significa que sirven para motos, triciclos, cuatriciclos, autos, utilitarios, camionetas, vans y casas rodantes.
En esta investigación no se pudo determinar ni cuántas licencias confeccionó, pero sí que fueron al menos doce. En estos plásticos que fueron secuestrados se pueden ver fechas, sellos apócrifos, datos personales y las fotos carnets de las personas. Justamente por esto es que quienes tenían los carnets falsos están también imputados y son parte en este juicio, ya que para los fiscales esos datos fueron “imprescindibles para la elaboración” de las licencias.
En algunas de las licencias de conducir secuestradas, se pudo comprobar que la persona que la llevaba se encontraba “inhabilitada” por junta médica para obtener nuevas licencias o porque presentaba irregularidades anteriores.
Venta de licencias truchas
El fiscal Javier Pizzo determinó que entre el 27 de junio de 2019 y el 30 de junio de 2020, Moyano y Roldán vendieron al menos 12 licencias de conducir apócrifas.
Según la hipótesis fiscal, ambos se organizaron para confeccionar y entregar licencias de conducir apócrifas a cambio de 3500 o 3700 pesos. Para esto, quienes adquirían los plásticas prestaban una colaboración necesaria, ya que aportaban sus datos, foto carnet y fotocopia del DNI, elementos imprescindibles para realizar estos carnets truchos.
De esta manera, Roldán era quien se encargaba de las comunicaciones con los clientes: acordaba las condiciones de categorías y de vigencia de la licencia falsa a confeccionar, como así también el precio que debía abonar y la forma de entrega de la documental necesaria.
Luego, Roldán le pasaba todo a Moyano, quien confeccionaba la licencia trucha y luego se la daba a la mujer, para que ella se la hiciera llegar al cliente.